La preocupación por el avance tecnológico es el gran tema que se debate en foros, redes y reuniones empresariales. La industria está mutando y, como siempre que hubo cambio, los miedos y dudas afloran como brotes en primavera.
¿Qué va a pasar con mi trabajo? ¿mi jefe me va a reemplazar por una máquina? ¿de qué voy a vivir ahora? Dudas y miedos que, desde el desconocimiento, parecen validados por un gran peligro inminente.
La locura con la inteligencia artificial y el avance en campos como la robótica y la biotecnología sobrepasa los límites de lo comercial y nos hace plantearnos hacia dónde vamos a parar como humanidad.
Pero también trae aparejado un universo de soluciones que permitirían mejorar por mucho nuestra calidad de vida. Desde la medicina, hasta la reutilización de recursos… en todos los ámbitos la inteligencia artificial puede ser el granito de arena que construye un futuro mejor.
Entonces nos encontramos con un dilema… Descubrir cuál es el rol del el avance tecnológico en nuestro porvenir, ¿enemigo o aliado?
El debate en el campo de las ciencias ya empezó y algunas voces ya se están escuchando. El sitio Molino Informativo recopila las opiniones de diversos expertos sobre las bondades y los peligros que suscriben a este fenómeno.
Lina Khan, presidenta de la Comisión Federal de Comercio menciona que la IA puede ofrecer una innovación crítica, pero también “impulsar el fraude y automatizar la discriminación”.
Héctor Palacios, investigador de Service Now Research, explica que muchas actividades especializadas desaparecerán, sin embargo a medida que la IA evolucione, “mayores sorpresas vendrán de los pequeños detalles”.
Y finalmente Chris Dede, Investigador Principal de la Escuela de Graduados en Educación de Harvard expresa que la IA es como un espejo que refleja lo que ve sobre nuestra sociedad y de ese modo, una sociedad parcial siempre producirá una imagen parcial en el espejo, “no solo tenemos que arreglar la IA, tenemos que arreglarnos nosotros mismos”.
Son algunas opiniones en un mar de teoría que se van a ir desprendiendo a medida que la tecnología siga evolucionando. Respuestas que se buscan, tal vez como un modo de acomodarnos en un mundo tan vertiginoso.
Y no parará. El Centro Tecnológico ITI dedicado a la Investigación, desarrollo e Innovación en TIC menciona que existen diversos estudios que explican como la evolución tecnológica se comporta de un modo exponencial y deduce que los cambios tecnológicos, y su impacto, serán cada vez más rápidos y más disruptivos.
Este período de evolución exponencial se está produciendo por la convergencia de tecnologías emergentes NBIC: Nanotecnología, Biotecnología, tecnologías de la Información y tecnologías Cognitivas.
Algunos de los resultados previstos e, incluso, actuales son: un mundo digitalizado e hiperconectado con inteligencia artificial simplificando procesos y mejorando la experiencia personal y profesional de diferentes ámbitos; una invasión de robots y sistemas automáticos en las cadenas de producción, vehículos inteligentes y asistentes personales; la aparición de nuevos materiales inteligentes que facilitarán el desarrollo de una economía sostenible, circular y ecológica y el desarrollo imparable de la medicina personalizada que multiplicará la esperanza de vida en todo el planeta.
Eso no es todo. En su artículo menciona una corriente de pensamiento que postula que el humano será superado e incluso sustituido por máquinas autónomas y por una inteligencia colectiva superior a la de la humanidad actual… el posthumanismo, una corriente que aboga por una especie diferente.
Si este panorama se cumple, que un chat virtual nos deje sin empleo sería el mejor de nuestros males. Pero antes de que alguno quiera incendiar la casa de Elon Musk pasemos a lo utópico, pues sí, hay un lado positivo en este asunto.
ITI menciona también otro movimiento intelectual y cultural que promueve la transformación de la condición humana mediante el uso de tecnologías avanzadas que ayuden a mejorar y a superar las limitaciones humanas… el transhumanismo, como un faro de luz entre tanta desesperanza.
Este movimiento confía en el desarrollo de tecnologías que eliminen el envejecimiento y mejoren en gran medida nuestras capacidades intelectuales, físicas y psicológicas. Aunque la promesa de una vida eterna en un mundo superpoblado no es la mejor de las ideas, a menos que ya estén pensando en conquistar Marte.
Claramente no es fácil, no sólo el campo laboral y comercial. La discusión trasciende a otros campos y, como expresa ITI, genera consecuencias a niveles de privacidad, de libertad individual, de responsabilidad social, de autonomía personal y colectiva y del límite de la vida en sí.
Si es miedo o esperanza, duda o certidumbre lo que vamos a sentir cada vez que una nueva noticia sobre el avance tecnológico vea la luz, queda en cada uno. Pero debemos saber que sí hay un camino seguro para transitar: la educación.
Como reflexiona el Centro Tecnológico ITI, las tecnologías son complejas, las ciencias son complejas, las humanidades son complejas, la vida es compleja y la complejidad se trabaja con la educación, con la formación y con la participación.