Vamos a hablar de servicios, sí, porque para una empresa representan un núcleo productivo de gran importancia.
En una compañía existen múltiples funciones a desempeñar, desde la limpieza hasta el trato con proveedores. Todo un mundo de instancias que llevan el producto de 0 a las manos del cliente.
En algunas es tan complejo el ciclo, que requieren de una gran estructura para poder llevar a cabo todo el proceso productivo. Mientras más evoluciona una la compañía, mayor es la estructura que emplea: más empleados, más oficinas, mayor gasto energético, más depósitos, más archivos… más, más y más.
¿Quién en su sano juicio quiere ser el Atlas del mundo empresarial? No, mejor estancar la producción y limitar el mercado. No vaya a ser que los músculos nos fallen y se nos desplome toda la estructura… que al mundo lo sostenga otro.
Muchas PyMEs piensan de ese modo y prefieren estancar su producción y limitar su mercado, para no hacer crecer su estructura. Todo muy lindo, pero en realidad pierden grandes oportunidades y por supuesto el posicionamiento en el mercado.
¿Por qué pensar que el crecimiento de una empresa es directamente proporcional a una mayor estructura? Una vez más, el vertiginoso avance tecnológico pone a prueba creencias que, hoy por hoy, no son lo que decían ser.
El acrónimo XaaS hace referencia a “todo como servicio” y dispone de la tecnología como aliada para ejecutar todas esas instancias que harían crecer la estructura empresarial, sin la necesidad de un aumento de tamaño real.
La empresa Kinsta explica que el término XaaS surge de la conexión de tecnologías e innovaciones a través de las redes, que convergieron en productos.
¿Qué tipos de negocios XaaS hay?
Kinsta menciona algunos, de las muchos que existen en el mercado y la empresa Intel expone cómo algunas de ellas requieren más o menos participación del sector IT de las compañías contratantes:
SaaS (Software como Servicio): utiliza un software para agilizar las operaciones empresariales sin desarrollar el software desde cero.
El SaaS brinda la mayor compatibilidad y que es el más simple de todos los modelos de entrega para el usuario final, quien además es responsables de sus datos.
PaaS (Plataforma como Servicio): ofrecen a los usuarios una solución basada en la nube que les permite crear aplicaciones, software y otros proyectos de ingeniería en la plataforma en lugar de construir los suyos propios.
Una empresa que adquiere una PaaS le resta trabajo para su equipo de TI, pero que sigue siendo responsable de las aplicaciones, las funciones y los datos.
IaaS (Infraestructura como Servicio): proporcionan infraestructura en forma de soluciones basadas en la red y el almacenamiento.
La IaaS es un autoservicio, lo que permite al equipo de TI acceder a los recursos según lo necesario a través de una API o un panel de control.
AaaS (Analíticas como Servicio): consiste en la conversión de datos en información, lo que permite un uso posterior de esa información para tomar decisiones empresariales.
DaaS (Escritorio como Servicio): permiten a los usuarios gestionar toda su plantilla a través de un navegador web seguro (incluso cuando están fuera de la oficina).
STaaS (Almacenamiento como Servicio): permite liberar recursos internos y reducir costes.
DBaaS (Base de Datos como Servicio): organiza, filtra y almacena los datos de los usuarios en un software fácilmente accesible y recuperable.
Permite mover las aplicaciones entre la infraestructura en las instalaciones y en la nube, sin que los usuarios finales se vean afectados.
AaaS (Autenticación como Servicio): Sí, ya sabemos, ese acrónimo ya salió, pero no se trata de la analítica. Ambas son fundamentales, pero el objetivo de la autenticación es ofrecer a los usuarios la posibilidad de implementar soluciones de control de acceso en su plataforma.
Como se puede ver, el modelo XaaS ofrece múltiples ventajas y Kinsta señala otras más: flexibilidad de planes (abonados), simplificación de operaciones, mejora del soporte técnico y escalabilidad del negocio.
Pero, para ser objetivos y no dejarnos maravillar con espejitos de colores apuntamos ciertas desventajas. Algunas que se mencionan son: problemas de seguridad, al confiar datos sensibles de la empresa a otra entidad; interrupciones de rendimiento, ya que cualquier problema que pueda tener el proveedor se traslada a la empresa y tarifas ocultas que repercuten en el cliente.
Para paliar estos posibles riesgos, la empresa propone en su artículo una serie de acciones estratégicas:
- Una investigación adecuadamente al seleccionar una empresa de XaaS, prestando atención a sus verificaciones e insignias de seguridad.
- Una evaluación del tiempo medio de actividad de cada plataforma XaaS, una revisión de cuándo se produce el mantenimiento rutinario y el conocimiento de puntos vulnerables y cómo enfrentarlos.
- Un examen de todas las partes del contrato antes de firmarlo y una evaluación de cada suscripción, en función de lo que se necesita en el momento y en un futuro.
Por su parte Intel aconseja elegir las alternativas según la infraestructura disponible, los recursos del personal de TI, las consideraciones económicas y las necesidades de seguridad en la nube. Y así tomar la opción con mejor compatibilidad para su aplicación o carga de trabajo.
El universo de acrónimos tecnológicos está en constante expansión, como el otro universo. Y si bien es cierto que la creciente complejidad puede intimidar, no es nada que una gestión profesional, planificada y estratégica no pueda enfrentar.