Hasta antes de la pandemia el home office era un “privilegio” al que muy pocos trabajadores de Argentina accedían: si bien la tendencia iba en alta, la modalidad estaba reservada principalmente para quienes trabajaban en grandes multinacionales o para quienes estaban contratados por empresas del exterior, trabajando principalmente en rubros digitales.
Sin embargo, la irrupción del Covid-19 forzó a alrededor de 3 millones de trabajadores al home office y la digitalización, y lo que comenzó como un experimento improvisado en menos de un año se ha convertido en la norma: hoy, casi el 60% de las empresas argentinas planea mantener el trabajo remoto al menos durante 2021, según revela el informe “El año que vivimos en Home Office – Parte 2” de la consultora de RRHH Adecco.
Siguiendo esta línea, según una encuesta realizada por la consultora Mercer, la gran mayoría de los empleadores consultados planean implementar políticas laborales más flexibles, como permitir que más personas trabajen desde su casa o ajusten sus horarios, una vez finalizada la pandemia.
Esta encuesta también destaca que si bien el home office era visto con cierto escepticismo en un principio -sobre todo por los altos cargos, ya que consideraban que la productividad bajaría al no estar ellos presentes para controlar- en la actualidad la visión es completamente opuesta: casi la totalidad de los encuestados ahora dice que esto no ocurrió, y que de hecho la productividad de su compañía es igual o incluso más alta que antes de la pandemia. A su vez, pensando en el futuro, muchos indicaron que esperan que una cuarta parte o más de su fuerza laboral continúe trabajando de forma remota, y uno de cada tres espera que “la mitad o más de sus empleados lo hagan”.
La flexibilidad es otra tendencia que revela esta encuesta: los empleadores sostienen que se implementará más flexibilidad en términos de horas y semanas de trabajo comprimidas (trabajar 10 horas al día durante cuatro días a la semana).
Los trabajadores también apoyan esta disposición: según un informe de la consultora Bumeran, el 67,1% de los argentinos considera que aumentó su productividad trabajando en su casa. Entre los beneficios que destacan del home office, los encuestados resaltan las horas que se ahorran de viaje entre ir y venir del trabajo al hogar, el poder concentrarse más en su casa, la tranquilidad de la que disfrutan en su hogar, y el poder disfrutar de trabajar en compañía de sus seres queridos y compartir más tiempo de lo habitual. Completan la lista de beneficios el pasar más tiempo en casa y poder aprovechar más el tiempo del almuerzo y tener la posibilidad de cocinar.
En esta línea, otra encuesta llevada a cabo por Red Internacional de Educación para el Trabajo (RIET) mostró que más de la mitad desea seguir con la modalidad de home office cuando culmine la cuarentena y que la cantidad de personas que están teletrabajando se multiplicó por 8 con respecto a antes del período de aislamiento. La encuesta de Adecco, por su parte, revela que cerca de la mitad de los consultados tiene ganas de volver, pero bajo el modelo híbrido de unos días trabajando en casa y otros en la oficina.
Los desafíos
Una de las principales quejas durante los primeros meses de la cuarentena y del home office era el trabajo excesivo y la imposibilidad de respetar el horario laboral: según el informe de Adecco, poco menos de la mitad de los empleados reportó que durante esos primeros meses trabajaron más horas que cuando concurrían a la oficina. Sin embargo, luego de un año la tendencia se revirtió y más de la mitad aseguró haber acomodado sus tiempos para no trabajar más que cuando estaba en la oficina.
Otro desafío para las empresas que planteó la pandemia fue la necesidad de actualizar su tecnología para adaptarla al trabajo desde casa. En ese sentido, un estudio de Accenture Techvision de 2021 expone que la pandemia obligó a que las empresas revean la importancia de adoptar nuevas tecnologías y digitalizarse para sus tareas laborales y que, por esa razón, la mayoría terminó adoptando herramientas de cloud o “en la nube” (que permiten, entre otros, el almacenamiento inteligente de la información que administra una empresa y la posibilidad de acceder a ella desde cualquier lugar con conexión a internet). Argentina se erigió como el país que más incrementó este servicio, incluso superando el promedio global y el regional.
Sin embargo, queda una importante deuda pendiente en cuanto a las condiciones de trabajo en casa y el aporte de las empresas: el casi tres cuartos de los empleados aseguró a Adecco que no obtuvo ninguna prestación por parte del empleador para equipar el espacio, mientras que sólo un bajo porcentaje recibió mobiliario como sillas, escritorios, teclados, computadoras e, incluso, un estímulo económico para adquirir equipos. Además, la gran mayoría afirmó no tener ninguna compensación para pagar el servicio de internet. Desde Adecco explicaron que, entre las empresas que sí optaron por otorgar estos beneficios, se encuentran fundamentalmente las tecnológicas, fintechs y las de exportación de servicios.
Finalmente, entre las principales expectativas de los empleados sobre los beneficios que esperan recibir de las empresas se destacan una silla ergonómica, el abono del plan de celular y una mayor flexibilidad horaria.